
DN.- ¿Cómo surge la idea de constituir esta Fundación?
El aceite de palma ha sido uno de los ingredientes más denostados en los últimos meses, a pesar de ser el aceite vegetal más utilizado en el mundo. Es un ingrediente clave en la industria alimentaria por sus características. Nuestro objetivo es contribuir con rigor científico a equilibrar el debate.
Las empresas de nuestra Fundación utilizan aceite de palma en su vertiente sostenible para la elaboración de sus productos. Para incrementar el consumo de este aceite vegetal que respeta el medio ambiente, consideramos imprescindible que los sectores de la cadena de suministro unamos fuerzas, no solo las de España sino también las del resto de países. Ya existen alianzas de este estilo en Europa, y ahora la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible nos sitúa por fin en la vanguardia de estas iniciativas europeas y establece un compromiso expreso de la industria alimentaria nacional.
DN.- ¿Desde cuándo está en marcha y cuáles son sus objetivos?
La Fundación acaba de nacer y nuestro principal objetivo es la divulgación, investigación y difusión del aceite de palma sostenible en España, a efectos de contribuir a un mejor conocimiento por parte de la sociedad de sus características, en los ámbitos relacionados con la nutrición y el medio ambiente. La evidencia científica será el pilar principal que sustente a esta Fundación.
Queremos que los españoles nos vean como el referente a la hora de defender la sostenibilidad del aceite de palma, trabajando para que todas las empresas que comercializan productos con aceite de palma en España lo elaboren con aceite 100% sostenible. Asimismo, promoveremos iniciativas destinadas a mejorar el conocimiento de las condiciones de producción y distribución de este aceite vegetal sostenible en la administración, en los consumidores y en la sociedad en general.
DN.- ¿Qué empresas han sido las promotoras de la Fundación?
Actualmente, la Fundación tiene seis miembros. Por orden alfabético, las empresas de la Fundación son Ferrero, Gracomsa, Lipsa, Natra, Unilever y Vandermoortele. Igualmente, estamos en conversaciones con más empresas, ya que estamos abiertos a nuevas incorporaciones. Nuestro compromiso con la sociedad será más real y llegará más lejos, si cuenta con un mayor apoyo y difusión.
DN.- ¿Qué papel desempeñará la Fundación en la defensa de este aceite y cuáles son las acciones previstas?
El aceite de palma supone un motor económico y de desarrollo en los países productores, principalmente Malasia e Indonesia, y un ingrediente clave en la industria. Es importante difundir la realidad del aceite de palma y sus usos en la industria, por lo que publicaremos documentos, artículos, llenaremos de contenido nuestra próxima página web, organizaremos eventos, conferencias o ciclos informativos, y fomentaremos rigurosos estudios científicos del aceite de palma.
DN.- ¿Se cuenta con estudios científicos que respalden esta defensa?
Desde la Fundación, hemos revisado concienzudamente los estudios realizados sobre el aceite de palma y podemos afirmar que sí hay resultados positivos. Sabemos, por ejemplo, que es más estable a altas temperaturas en comparación con otras grasas teniendo un menor riesgo de generar compuestos cancerígenos durante la fritura (Fuente: Estudio de E. y R. Fanelli) o que contiene beta-palmitato, el cual es beneficioso en el organismo del bebé, ya que ayuda a que se absorban mejor los nutrientes. (Fuente: Comenius University de Bratislava). Estamos contactando con reputados científicos y expertos nacionales para el desarrollo de la investigación sobre el aceite de palma en nuestro país.
Recientemente, ha habido voces que se han manifestado a favor del uso del aceite de palma, pues “es un producto que consumido con lógica no tiene ningún problema” (Fuente: Jesús Román, presidente de la Sociedad Española de Dietética), “no existe una evidencia científica clara que demuestre que este aceite sea tóxico o tenga un efecto cancerígeno para la salud humana” (Fuente: María Julia Ocón, doctora del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición), no hay motivos de preocupación, pues además “representa una parte diminuta de todo lo que se ingiere normalmente” (Fuente: Markus Lipp, de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura). Es más, cuando se le preguntó al respecto a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, señaló que “está autorizado en la Unión Europea y mucha parte de la industria lo consume”.
DN.- ¿Están en contacto con Aecosan, EFSA u otros organismos como la European Oil Alliance Palm o la Roundatable on Sustainable Palm Oil?
Estamos empezando a tomar contacto con todas estas instituciones que mencionan y nos conocen. Es más, la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible colabora con la European Palm Oil Alliance (EPOA). Esta organización fomenta un punto de vista equilibrado sobre el aceite de palma y los alimentos, proporcionando información basada en la ciencia, con el fin de reequilibrar el debate sobre los aspectos sanitarios y nutricionales del aceite de palma.
Además, colaboraremos con la Roundtable on Sustainable Palm Oil (RSPO), así como con iniciativas similares a la Fundación que existentes en otros países de la Unión Europea.
DN.- El aceite de palma tiene características que aportan propiedades organolépticas en la elaboración de determinados productos alimenticios que no aportan otras grasas. ¿Podrían hablarnos en más detalle sobre estas propiedades?
Antes de detallar cuáles son las propiedades del aceite de palma, me gustaría dejar claro que, como todos los aceites y grasas, contiene ácidos grasos saturados e insaturados (un 50% de cada, en el caso del aceite de palma). Su proporción de ácidos grasos saturados es inferior al que tienen otras grasas de similar aplicación. Tengamos en cuenta que las grasas son necesarias en nuestra dieta y los nutricionistas recomiendan tomar un 30% de la energía del día en grasa, de la que el 20% sean insaturadas y un 10% de saturadas.
“El aceite de palma se comporta mejor que otros a altas temperaturas y garantiza una mayor conservación del sabor, estructura y consistencia de los alimentos durante más tiempo y ocasionando menos desperdicios”
En cuanto a las propiedades del aceite de palma, esta grasa es, sobre todo, muy versátil, da mucho juego a la industria alimentaria para llegar a conseguir determinadas texturas como la cremosidad de las margarinas o el crujir de los snacks. No hace falta en estos casos emplear conservantes para darle cuerpo, y posee también un sabor y olor neutros. No se ha llegado a descubrir ninguna otra grasa vegetal como la de palma que sea naturalmente sólida a temperatura ambiente. Se comporta mejor a altas temperaturas y garantiza una mayor conservación del sabor, estructura y consistencia de los alimentos durante más tiempo y ocasionando menos desperdicios.
DN.-¿Hay productos que no serían posibles sin el aceite de palma?
Hoy en día, prácticamente todo es posible, pero ningún otro ingrediente le aporta el mismo sabor y consistencia que el aceite de palma. Ni siquiera hay ningún motivo que justifique su sustitución. El aceite de palma como ingrediente ha permitido reducir los ácidos grasos trans en numerosos productos.
DN.- Las cadenas de supermercados empiezan a reclamar a sus proveedores que dejen de emplear aceite de palma en sus formulaciones. ¿Cómo está actuando la Fundación en relación a este tema?
Me voy a referir a las palabras de Abel Mariné, catedrático emérito de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, quien indicaba recientemente que “quitar el aceite de palma de los productos de los supermercados es sólo marketing”. Desde la Fundación, respetamos la decisión de las cadenas de supermercados que quieren dejar de vender productos con aceite de palma y que en los casos en los que no sea posible sustituirlo, abogan por el sello de sostenibilidad. Estamos a su disposición para ir de la mano y juntos poder apostar por el 100% sostenible.
Habrá que ver, además, por qué otro ingrediente sustituyen el aceite de palma. Si el sustituto aporta mayor porcentaje de grasas saturadas o empeora la calidad nutricional del producto, ¿de qué sirve?
En cualquier caso, no nos consta que hayan suprimido el aceite de palma; solo una pequeña cadena ha actuado en este sentido.
DN.- ¿Están en contacto con las asociaciones de distribución y las cadenas para informarles?
Estamos en contacto con todos los agentes. Nos hemos reunido con ellos y les hemos presentado la Fundación y sus miembros, así como los procesos de producción de nuestros asociados.
DN.- ¿Y con las asociaciones de consumidores?
La puerta está abierta también para las asociaciones de consumidores con las que tenemos pendiente sentarnos en breve. Llevamos muy poco tiempo constituidos y tenemos muchos frentes en los que avanzar y uno de ellos es precisamente éste.
DN.- EFSA ha evaluado recientemente el riesgo de la presencia de 3-MCPD, glicidol y sus esteres que aparecen en el refinado del aceite de palma, como contaminantes del proceso. ¿Pueden las buenas prácticas de fabricación reducir estas sustancias contaminantes?
La EFSA está actualmente analizando la presencia de estos contaminantes en el proceso industrial de refinado de los aceites, entre ellos el de palma. Cuando la EFSA adopte su dictamen, la Comisión Europea, a la luz de la evidencia científica, adoptará las regulaciones pertinentes. La propia EFSA reconoce que ha ido reduciendo la proporción de estos compuestos en sus productos elaborados y estamos tranquilos porque existe suficiente conocimiento técnico y tecnológico para adaptar los procesos.
Estemos tranquilos, porque los alimentos que se comercializan en el mercado de la UE pasan estrictos controles de calidad y la seguridad de los alimentos nunca ha sido mayor. En este sentido, rechazamos categóricamente cualquier mención relacionada con el cáncer o la metástasis, que lamentablemente hemos leído en algunos medios de comunicación.
DN.-¿Los miembros de la Fundación tienen un compromiso en este sentido?
Los procesos de fabricación de nuestros asociados cumplen con la legislación tanto nacional como europea, pero además utilizan aceite de palma sostenible. Hay que insistir en que ninguna autoridad, ni internacional, ni europea, ni nacional ha cuestionado este ingrediente y nuestro compromiso con la seguridad alimentaria es innegociable.
DN.- Además de los temas relativos a la salud, también preocupan los aspectos medioambientales en torno al aceite de palma ¿Cuál es el compromiso de la Fundación y sus miembros con la sostenibilidad?
La Fundación agrupa a las compañías comprometidas con la utilización del aceite de palma sostenible, y trabaja para que este ingrediente se conozca con rigor científico. Con el aceite de palma sostenible se quiere reducir el impacto de la producción sobre las selvas, los trabajadores y las comunidades locales. Las certificaciones existentes, como la RSPO, aseguran este respeto por el medio ambiente.
De cara al año 2020, la Fundación colaborará con EPOA y RSPO en que las empresas de España que utilizan aceite de palma en la elaboración de sus productos se pasen al sostenible.
Nace la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible
Con la firma de constitución, el 26 de mayo, por parte de seis empresas del sector de la alimentación: Ferrero Ibérica, Vandemoortele Ibérica, Natra, Unilever, Gracomsa y Lipsa, ha iniciado su andadura la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible. Esta organización se crea con el objetivo de investigar y divulgar las características del aceite de palma en España, a efectos de contribuir a mejorar el conocimiento y la percepción por parte de la sociedad. Para ello, la Fundación difundirá la realidad del aceite de palma y sus usos en la industria, mediante la publicación de documentos y artículos útiles, la organización de eventos, conferencias y ciclos informativos, además de fomentar estudios científicos sobre este ingrediente, que “ha permitido reducir los ácidos grasos trans en numerosos productos”, según ha declarado a Dulces Noticias… y algo más Horacio González Alemán, asesor de la Fundación.
Como se indica en su propio nombre, la Fundación tiene como leitmotiv la sostenibilidad, enfocada desde tres puntos de vista: responsabilidad medioambiental, mediante la certificación RSPO para asegurar el mantenimiento del planeta; compromiso con el consumidor, al velar por el cumplimiento de la legislación vigente, y sostenibilidad económica como motor económico y de desarrollo en los países productores.
A medio plazo, con el foco puesto en el año 2020, la organización trabajará para que todas las empresas de España que usen aceite de palma en la elaboración de sus productos pasen a utilizar aceite 100% sostenible antes de que termine la década.
“La evidencia científica será el pilar principal que sustente a esta Fundación. Queremos que los españoles nos vean como el referente a la hora de defender la sostenibilidad del aceite de palma, trabajando para que todas las empresas que comercializan productos con aceite de palma en España lo elaboren con aceite 100% sostenible”, explica González Alemán.
Empresas como Vandemoortele Ibérica reconocen que “era necesario la creación de una Fundación de este tipo. Nosotros pertenecemos a la RSPO desde 2009 y formar parte de esta organización significa seguir las directrices marcadas por la compañía, tal y como hemos hecho en otros países”. Desde la firma explican que “el 100% de los productos de nuestra marca que llevan aceite de palma es del tipo sostenible”.