
Fundada en 1891 por los monjes trapenses del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia), Chocolates Trapa es hoy en día una de las firmas chocolateras más reconocidas de nuestro país. Se trata de una empresa "pionera, artífice de los primeros bombones que se fabricaron en nuestro país, en los años 60". Desde 2013, cuenta con una nueva propiedad de capital 100% español, la cual ha emprendido un nuevo rumbo asentada en tres pilares fundamentales –innovación, diseño y conciencia social y medioambiental– y ha llevado a cabo una fuerte inversión, de más de 30 millones de euros hasta el momento, en la ampliación y el equipamiento de la fábrica –ubicada en Palencia–, en equipo humano e I+D+i.
Durante estos últimos seis años, la empresa ha crecido ejercicio tras ejercicio hasta casi multiplicar por diez sus volumen de ventas de 2013 (1,5 millones de euros). En 2019 alcanzó los 12 millones de euros de facturación, consolidándose así la cifra lograda en 2018. El aumento de ventas de la marca durante 2019 fue de un 45% dentro del territorio nacional –en 2018 ya habían crecido un 44%– y cerca de un 10% fuera de nuestras fronteras, donde cuenta ya con presencia en más de 50 países. Asia y Oriente Medio representan sus principales mercados en la actualidad.
En palabras de Gerardo Fernández Calvo, presidente y consejero delegado de Chocolates Trapa, "gracias a nuestra apuesta por la innovación, hemos conseguido ser la empresa chocolatera más moderna de España y uno de los referentes en Europa en cuanto a fórmulas y procesos de fabricación". Las expectativas de continuar con esta línea de crecimiento sostenido han llevado a la compañía a la puesta en marcha de un nuevo plan inversor de 10 millones de euros repartidos desde 2020 hasta 2025.
Trapa, un catálogo con casi 290 productos
Chocolates Trapa cuenta con una red de más de 120 distribuidores en España y una completa tienda online. El aumento de ventas en el territorio nacional es consecuencia, por un lado, de la ampliación de su portafolio de productos –que incluye ya cerca de 290 referencias– y, por otro, de las mejoras introducidas en las formulaciones tradicionales, gracias al esfuerzo dedicado a investigación, adaptándolas a los más altos estándares de calidad y a las nuevas tendencias de consumo.
En este sentido, a lo largo de 2019, Chocolates Trapa ha actualizado y ampliado su gama para enfocarla a las exigencias del público actual, que busca disfrutar siendo respetuosos con el entorno y es cada vez más consciente de lo que ingiere, limitando el consumo de azúcares añadidos para cuidarse sin renunciar al sabor. Chocolates Trapa ha eliminado de todo su portafolio –que además no contiene gluten– las grasas hidrogenadas y los ácidos grasos trans y ha conseguido suprimir, a lo largo de 2019, el aceite de palma de todos sus productos. Entre ellos, de uno de los más emblemáticos de la marca: los Cortados, nacidos en 1969 y presentes desde entonces en todos los hogares españoles. Coincidiendo con el 50 aniversario de estos bombones cuadrados, elaborados con dos finas capas de praliné, chocolates Trapa renovó su receta –eliminando el aceite de palma– y el diseño de su estuche, ahora mucho más actual. Los nuevos Cortados Trapa se presentan en cinco formatos: Clásicos (avellana, café, naranja y el nuevo de limón), Creación (avellana, pistacho, frambuesa y el nuevo de caramelo), Noir (con un 70% de cacao), Stevia (avellana, noir y frutas de bosque) y Crujientes (noir, leche y blanco).
Entre otras novedades, en 2019 también amplió su colección de turrones con dos nuevas referencias de turrón crujiente elaboradas con ingredientes de primera categoría y según la receta centenaria de los monjes trapenses, aunque actualizada para adaptarse a dichas demandas de consumo: sin gluten, grasas hidrogenadas ni ácidos grasos trans. Además, la firma, que ya cuenta con una gama de tabletas con estevia y bombones sin azúcar, ha lanzado una nueva gama de tabletas de chocolate 0% azúcares añadidos y un nuevo formato de Trapamilk (ahora con tres unidades), el snack de chocolate ideal para niños debido a su alto contenido en leche, a que está exento de gluten, aceite de palma y grasas hidrogenadas y trans y a su facilidad de transporte.