Los altos precios del cacao, un 32% más elevados que hace un año, según las últimas cotizaciones internacionales, y las dudas sobre cómo una climatología adversa puede afectar a las próximas cosechas, han venido a sumar preocupación a un sector que, como el resto, ha tenido que saber bandear los efectos de la elevada inflación global. El mayor coste de los productos de chocolate ha incrementado la facturación del sector, aunque ha retraído los volúmenes de compra del consumidor que, por otra parte, aprecia cada vez más los valores sostenibles en estos productos y sus propiedades como superalimentos