
Según el Informe Perspectivas del Consumidor de Kantar, que analiza la confianza del consumidor español en torno a la economía propia y del país, los efectos de la crisis del Covid-19 "han pasado factura". Después de 4 periodos con valores positivos, que indicaban una tendencia de mejora, en el primer cuatrimestre de 2020 el Índice de Comportamiento baja hasta los -8,1 puntos. Este indicador se genera en base a la valoración de la situación económica propia y del país, la valoración del momento de consumo y las perspectivas económicas a seis meses.
Además, la crisis del coronavirus ha hecho que las "actitudes de fondo hacia el consumo hayan cambiado y un 33 % de los consumidores creen que es el momento de reducir los niveles de consumo. En paralelo, baja 7 puntos el porcentaje de los que creen que hay que mantener el nivel de consumo (61%)," revela Kantar.
Ante esta situación, en los próximos meses se empezará a ver un clima favorable en la preferencia por las marcas blancas, pasando del 27% en el último periodo del 2019 al 38 % de los españoles que opinan que en los próximos meses será mejor decantarse por las marcas de distribución debido principalmente a los buenos precios. Este valor se sitúa al mismo nivel de los españoles que opinan que es mejor comprar marcas conocidas por la seguridad que ofrecen (37%), cifra que se ha mantenido estable frente al anterior periodo. Por su parte, se observa un notable descenso entre los compradores que hablan de que es mejor probar entre varias marcas (actualmente un 19%).
En palabras de Pepe Martínez, responsable del estudio en España: "para que se recupere la confianza en la compra de la mayoría de los productos deberá pasar tiempo o registrarse un rebote económico que ahora mismo la opinión pública no prevé, a pesar de que los indicadores de la economía están mostrando una recuperación, al menos, más rápida que las visiones pesimistas”.
Más datos relevantes
- El 19% de los españoles cree que sus ingresos pueden bajar próximamente.
- La valoración de la situación económica del país ha caído drásticamente en vertical, hasta los -61 puntos, lo que supone una caída de 34 puntos.
- La tasación de la situación económica del hogar resiste, "lo que sugiere que el impacto sobre las economías domésticas se ha amortiguado por aplicación de ERTEs y medidas para paliar la inactividad de los autónomos".
- Baja la puntuación para realizar grandes compras, "aunque de manera menos acusada que otros indicadores".
- En lo que respecta a la previsión de la situación económica del país a futuro, ha descendido a niveles de 2013. Según Kantar, "el futuro se mira con mucho recelo y la diferencia entre cómo se percibe la economía doméstica frente a la economía del país ha alcanzado el mayor valor desde el comienzo de la medición de este indicador, superando incluso los valores de 2009-2013".
- Es llamativo cómo la opinión de los consumidores está alejada del pesimismo que alcanzó en 2013. Cabe pensar que domina la idea de que esto es un parón, pero no se han producido destrucciones de equipos productivos ni rupturas en la economía. Es como si se pensase que en unos meses el funcionamiento normal de la economía se restablecerá.
Según Martínez, “estos datos muestran una clara y elevada preocupación por la economía del país, aunque no en el nivel de 2013. La amortiguación en el impacto sobre las economías domésticas gracias a medidas como ERTEs y ayudas a autónomos, y la previsión de que los efectos se irán presentando poco a poco han ocasionado que el Índice de Comportamiento del Consumidor descienda, pero no tan bruscamente".
Otras informaciones en la edición de Dulces Noticias... y algo más núm. 379 (septiembre 2020)