Los principios de año siempre traen cambios porque nos proponemos cosas, los “new year’s resolution”, que dirían los ingleses o los americanos. Realmente son propósitos a corto plazo que si uno los quiere conseguir, no es tan difícil.
Personalmente pienso que para lograr algo, lo primero es proponérselo. José Ramón Cerdán, nuestro colaborador de Sweet Ágora, me dio un consejo hace tiempo que no dejo de aplicar en mi día a día: cuando alguien no hace algo, “valora -me dijo- si es porque no puede, porque no quiere o porque no sabe. Si no puede, averigua el porqué y pon remedio; si no sabe, enséñale, pero si no quiere, no hay nada que hacer”.  Querer es poder y la vida, profesional o personal es lo que tú quieras que sea porque hay mucho más de lo que creemos en nuestras manos. Ahora bien, con proponérselo no es suficiente. Hay que ponerse, trabajar por ello, salvar los obstáculos que encontremos en el camino y concluirlo.
Del 100% de la población, y cito datos de una encuesta de un reconocido diario, el 52% de las personas estaba muy convencida de que iba a lograr alguno de sus propósitos, pero solo el 12% logró al menos uno, casi como la proporción del 10/100 de la venta. De cada 100 intentos, un 10% de éxitos.
He empezado la carta de esta forma porque estamos a principios de año y he visto muchos buenos propósitos en las empresas del sector: proyectos, inversiones, ampliación, innovación... son palabras que aparecen en muchas de las encuestas que realizamos para nuestro trabajo. Y también he observado otros cambios derivados de la toma de decisiones de aquellos que están al frente de las empresas y organizaciones. Directivos que estaban en puestos de responsabilidad que ya no están, ventas de compañías o de fábricas, productos que inician o cesan su fabricación...
Cambios para los que, aunque humildemente considero que no soy nadie para dar consejos, si creo que viene bien tener una actitud abierta: hay que ser consciente tanto de potencialidades como de limitaciones, tanto de nuestas empresas como de nosotros mismos y nuestro equipo, asumiendo las responsabilidades que vengan derivadas de esa toma de decisiones. El conocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, pero sin perder de vista los objetivos: “¿dónde queremos llegar?”, conscientes de que no hay nada como el trabajo en equipo. Todo momento es una oportunidad para aprender y crecer.
De ello hay buenos ejemplos en el sector de countlines y productos on-the-go, que analizamos en esta edición, que viven una positiva evolución gracias a la flexibilidad (han sabido adaptarse a unas necesidades concretas de consumo) y a la inversión de mucho tiempo de la industria de chocolate y galletas y bollería industrial para adaptarse a los gustos y preferencias del consumidor.
Y, aunque la objetividad no existe, debemos acercarnos a ella con optimismo realista u optimalismo y, sobre todo, con actitud positiva y flexibilidad ante los cambios que provoquen Uds. o les vengan impuestos, valorando las diferentes alternativas. Seamos saludables, como los productos que nos exige este consumidor, respetuosos con el entorno y demos calidad, que si damos respeto, calidad y salud, seguro que recibiremos lo mismo.
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La edición de febrero de @DulcesNoticias, ya en la calle, con los informe especiales de Countlines, Productos con Licencias y on-the-go, además de toda la actualidad del mercado de impulso

Dulces Noticias de febrero: Objetivos y buenas intenciones

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