
Gusto, olfato, vista, tacto e incluso oído… En Punto Gofre “activamos todos los sentidos e invitamos a los lectores de Dulces Noticias… y algo más a conocer la forma de elaboración del gofre”.
Nos invitaron a conocer el proceso de elaboración de uno de los productos más característicos de Bélgica, los gofres, y encantados fuimos a vivir la experiencia de conocer el secreto de la receta de uno de los mejores gofres de la península. Para nuestra sorpresa, la experiencia ya se comenzaba a vivir antes de entrar a la fábrica. Cuando llegamos a la calle donde se encuentran las instalaciones de Punto Gofre, nos embriagó el delicioso aroma característico del gofre recién hecho que todos conocemos.
En la entrada nos esperaba Henry Monsieur, fundador de Punto Gofre, un emprendedor de origen belga que en 1978 decidió comenzar una nueva vida en Alicante con la idea de dar a conocer el famoso gofre de Lieja en el Mediterráneo: “40 años han pasado desde que abrí la primera tienda donde solo se vendían gofres y muchos me dijeron que era una idea loca, pero yo sabía que en la innovación estaba el secreto”, nos cuenta Henry, a la vez que nos enseña fotos de aquella época donde se pueden ver largas colas de personas, “quizá locas”, que esperaban ansiosas por saborear el gofre.
Pasó de ser una idea de negocio con pocas expectativas para algunos, a ser una idea que pronto se expandió con locales por toda la provincia de Alicante, llegando incluso a Madrid, con un establecimiento cerca de la Puerta del Sol, en la calle del Carmen. Con esa gran acogida abren un obrador en El Campello, localidad de Alicante, de 150 metros cuadrados con el primer congelador de masa para gofre que daba lugar a una nueva forma de distribución: sus clientes podían ofrecer gofres recién hechos en sus establecimientos con la calidad, sabor y textura características del gofre de Lieja elaborados por Punto Gofre.
Comienza entonces una expansión del negocio por toda España a través de la figura del franquiciado, especialmente en la cornisa cantábrica y en Galicia, y Punto Gofre se establece en los años 80 como pionero en la fabricación de gofres.
Nos ponemos en marcha para realizar la visita de la fábrica y conocer el secreto de la elaboración del gofre. El Departamento de Calidad nos da las indicaciones para seguir el protocolo de seguridad alimentaria: guantes, gorro, bata y mascarilla para cumplir con todas las exigencias de calidad. Cuentan con los principales certificados de calidad del sector de la alimentación: BRC Global Standard, Norma IFS Food y Certificado Halal, además de estar registrados en el FDA Food and Drug Administration para la exportación a EE.UU. o el SFDA para Arabia Saudí o los Emiratos, entre otros.
En todas las fases del proceso productivo se implementan las normas que comienzan por el control de calidad de las materias primas con las que trabajan, y se aplica a la producción, distribución y servicio post-venta. El Departamento de Calidad controla la temperatura y examina la textura y sabor de la producción en todo el proceso para que todos los gofres cuenten con las exigencias establecidas. “La filosofía de Punto Gofre ha sido clara desde sus inicios”, nos sigue explicando Henry, “forjar unos pilares de calidad total en todo el proceso de fabricación”.
El delicioso olor es ahora una realidad. Dos plantas dividen la producción del gofre. Desde la planta baja se realiza el amasado en crudo y, con mimo, se da vueltas a la mezcla y se van formando bolas de esponjosa masa con el peso adecuado para cada tipo de gofre. Esas bolas se alinean como unos soldaditos bien formados para pasar al proceso de fermentación y se analiza la textura y peso de cada una de las bolas de masa. De ahí, al horno para su cocción exacta, a la vez que las planchas les dan la forma de rejilla que todos conocemos. Los gofres deben permanecer enfriándose antes de su envasado. El Departamento de Calidad toma la temperatura para controlar la proliferación de bacterias, por lo que podemos ver una hilera de gofres subiendo y bajando en la máquina esperando a estar listos para su proceso final.
Llegamos a la planta de arriba. Los gofres aparecen con la textura, peso y temperatura perfecta para envasarlos según sea su finalidad: versión clásica o con chocolate. Se envasan individualmente para que mantengan todas sus propiedades. Siguiendo los protocolos de calidad y seguridad alimentaria, se realiza un análisis final para garantizar que los gofres llegan en un estado óptimo a su destino. Termina así el proceso de elaboración del gofre.
Las instalaciones, situadas en el Polígono Industrial de Las Atalayas de Alicante, cuentan con más 4.500 metros cuadrados y está equipada con la última tecnología en el procesado de alimentos. Henry nos sigue contando la historia de Punto Gofre que les ha llevado a ser una de las mayores referencias en la fabricación de gofres a partir de la receta del gofre de Lieja. Hacia los años 90, la demanda de gofres congelados seguía creciendo y conscientes de la demanda del mercado, Punto Gofre continúa con su filosofía de innovación y desarrollo en nuevos formatos para abrir nuevas posibilidades a sus clientes.
Nace así la elaboración del gofre envasado a temperatura ambiente, que inicia una nueva etapa en el negocio con dos vertientes: una manera de ofrecer gofres sin gofrera en cualquier establecimiento y la venta de gofres envasados individualmente para el público en general con cajas expositoras en todos los canales de distribución: Impulso, Horeca, Retail y Cash. Es entonces cuando se introduce una máquina pionera en el sector que permitía el envasado de la crema de chocolate en sobres individuales, naciendo su producto estrella, el gofre con crema de chocolate.
Y lo que estábamos deseando durante nuestra visita llegó entonces: probar el gofre. Pudimos saciar a nuestro paladar que estaba impaciente por probar lo que el olfato llevaba desde antes de la puerta de entrada saboreando. No dejamos ni las migas y lo que fue mejor aún, nos llevamos a casa varios paquetes para seguir saboreándolos y recordar la experiencia sensitiva que habíamos vivido. Lamentablemente, no nos desvelaron el secreto de su receta.
Basados en la receta del gofre de Lieja
Existen muchos tipos de gofres: gofres belgas, americanos, de Hong Kong… todos son gofres pero no todos son iguales, ya que cada uno de ellos tiene unas características propias. En la fábrica nos explican lo que les hace diferentes y únicos: el gofre Punto Gofre está basado en la receta del gofre de Lieja, que recibe este nombre gracias a la receta de un chef del Principado de Liege en el siglo XVIII y en homenaje a su ciudad.
Este tipo de gofre se elabora a partir de una esponjosa bola de masa con vainilla y margarina vegetal, entre otros. A diferencia de los gofres clásicos belgas, los gofres de Lieja son más dulces, de textura más densa y con un ligero sabor a vainilla. Contienen perlas de azúcar que le dan un delicioso sabor caramelizado único. Dorados por fuera, y suaves y esponjosos por dentro, son gofres que están siempre crujientes. Los gofres tal como los conocemos hoy son originarios de Bélgica, aunque se tiene constancia de que ya en la antigua Grecia era costumbre cocinar masa de harina entre dos placas de metal.
El futuro: las energías renovables
Punto Gofre siempre ha estado volcada en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para aplicar en sus instalaciones. Actualmente apuesta por las energías renovables y la sostenibilidad, algo que confirmamos nada más llegar a la fábrica: los vehículos de empresa son todos eléctricos.
Bajo esta premisa de respeto medioambiental, se va a realizar la instalación de placas fotovoltaicas en la azotea del edificio para el autoconsumo de energía. De esta forma se reduciría casi en su totalidad el consumo de electricidad convencional, afianzando su conciencia hacia el medioambiente y sin renunciar a la productividad máxima.
“En la azotea está prevista la inversión en energía fotovoltaica para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera”, nos explica Philippe Monsieur, director gerente de Punto Gofre. “Estamos en una zona privilegiada con una gran cantidad de horas de sol, por lo que es fundamental que aprovechemos las energías que de forma natural nos aporta el planeta”.
Con esta inversión se pretende convertir la gran parte de la energía que se consume en las instalaciones por energía renovable. Los paneles solares fotovoltaicos tendrán una eficiencia máxima para generar el 100 % de la energía consumida.
Punto Gofre se compromete con el medioambiente y mira con perspectiva al futuro. Con este tipo de acciones se pretende hacer de este mundo, un lugar más habitable. En esta línea, nos informan de que están desarrollando una nueva gama de productos saludables que ofrecerán a sus clientes en un pequeño plazo de tiempo, acorde con su filosofía.
Punto Gofre ofrece varias alternativas a sus clientes: gofres con la marca Punto Gofre o gofres como marca distribuidor.