Todo el mundo habla de sucesión, de primera a segunda generación pero, ¿qué ocurre cuando los padres fundadores ya no están? ¿Qué sucede cuando los hermanos tienen que afrontar directamente esta situación?
Desde mi punto de vista, debemos poner un lema a este asunto: ‘es mejor cooperar que competir’. Competir conlleva confrontación, situaciones de riesgo. Cooperar resulta beneficioso para todo el mundo. Siempre les digo a los hermanos que es mucho más rentable colaborar que enfrentarse. Pero, para poder cooperar, es necesario tratar cuatro temas en profundidad:
<h2 class="p4">Las expectativas</h2>
Lo primero a tener en cuenta es: ¿cómo son las expectativas de cada uno de los hermanos para poder afrontar esa cooperación? Es decir, ¿cuáles son sus capacidades, sus expectativas y sus necesidades?
<h2 class="p4">Las relaciones entre hermanos</h2>
Otro pilar interesante es cómo son las relaciones de los hermanos cuando están trabajando juntos, teniendo en cuenta que es muy probable que no todos los hermanos trabajen juntos. Cómo son sus relaciones, cuáles son sus roles en el trabajo, cuáles son sus etiquetas, que se trasladan de la familia a la empresa. Cómo se manejan esas etiquetas para generar de alguna forma una satisfacción de todos ellos en el trabajo.
<h2 class="p4">La estrategia</h2>
Otro aspecto muy importante es la estrategia. La estrategia de la empresa es consecuencia de la planteada por los hermanos, resultado de lo que la propiedad quiere. Si en estos casos los hermanos cooperan para tener una estrategia en común, coincidiremos seguramente en  que las probabilidades de éxito de la estrategia empresarial serán mucho mayores. Por lo tanto, la estrategia de los hermanos, desde un punto de vista de propietarios, debe coincidir con la estrategia empresarial.
<h2 class="p5">La toma de decisiones</h2>
Y para finalizar, ¿cómo se toman las decisiones en los equipos de hermanos? Los equipos de hermanos deben tomar decisiones, mejor dicho deben profesionalizar sus decisiones en base a qué es lo que quieren y qué es lo que necesita la empresa. También deben  estructurar modelos de gobierno como, por ejemplo, un órgano de administración en la empresa; es decir, un consejo de administración o junta directiva y también, por supuesto, es imprescindible un consejo de familia.
Es una situación compleja con muchas variables a tener en cuenta para gestionarla con éxito. Nuestro objetivo como consejeros debe ser convencer, como decía Nash que “cooperar es mucho más rentable que competir”.
Manuel Pavón
Consejero familiar y Director editorial de www.laempresafamiliar.com
hola@manuelpavon.com
www.manuelpavon.com

Una vez ocurrida la sucesión de la primera generación a la segunda, ¿qué sucede entonces? Analizamos cómo es una empresa familiar de hermanos o de segunda generación y cómo deben gestionarse las distintas expectativas, relaciones, roles y estrategias para asegurar el éxito de dicha empresa

Los hermanos en las empresas familiares de segunda generación

Los hermanos en las empresas familiares de segunda generación