
Hoy en día, el problema del desperdicio alimentario es primordial, ya que una tercera parte de la comida que se produce se pierde y el coste global del desperdicio de alimentos asciende a 2.6 billones de los que 700 mil millones son de costes ambientales. En línea con esto, el lema de este año hace referencia a las consecuencias del cambio climático: “El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también.”. “Estos eventos fomentan la concienciación y la acción mundial en favor de quienes pasan hambre y de la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y una alimentación nutritiva para todos”, han comentado fuentes de la FAO.
Por su parte, Nuria de Pedraza, responsable de comunicación de AECOC, ha destacado la importancia de “concienciar al conjunto de la sociedad de que el valor de los alimentos va mucho más allá de su precio y que su desperdicio tiene un impacto económico, social y medioambiental que, entre todos, debemos evitar”.
Por esta razón, AECOC ha creado la campaña “La alimentación no tiene desperdicio”, con el objetivo de concienciar a la sociedad. Un proyecto integrado por 300 empresas que, en los dos últimos años, han logrado incrementar un 6% la cantidad de producto que, tras no ser comercializado, se ha donado a entidades benéficas, pasando del 27% al 32% del total de producto no comercializado apto para el consumo humano.
Hábitos de aprovechamiento
AECOC ha realizado un estudio sobre los hábitos de aprovechamiento de alimentos de los españoles del que destacan diferentes datos sobre el comportamiento de la sociedad en relación al desperdicio alimentario. En este sentido, un 5% de la población asegura tirar grandes cantidades de alimentos y solo el 15% dice no desperdiciar ninguno de los productos que adquiere para su consumo.
Asimismo, según datos de la Comisión Europea, España ocupa el sexto lugar de Europa en desperdicio de alimentos por habitante, siendo los más jóvenes (entre 24 y 34 años) los que más desperdician.
El estudio ha concluido que más de 14 millones de hogares españoles afirman haber tirado alimentos a la basura sin procesar por considerarlos en mal estado.
Cómo evitar el desperdicio de alimentos
Las principales causas que alega la mayoría de la sociedad como motivos de desperdicio son la mala planificación y el olvido de los alimentos que tienen en la nevera. Para evitar el desperdicio, es fundamental revisar la nevera con el fin de saber de qué alimentos disponemos y qué productos están a punto de caducar.
Asimismo, la congelación supone una buena solución para evitar el desperdicio cuando tenemos un cambio de planes que alteren las previsiones de consumo.