Cuando los primos heredan la empresa familiar reciben, además de la propiedad de las acciones, un activo emocional construido por las dos generaciones anteriores: los abuelos y los padres. Sin embargo, la visión de cada uno de los primos es, en ocasiones, muy distinta. En ello influye la perspectiva individual
Este contenido es sólo accesible para usuarios registrados. Suscríbase o Iniciar sesión
Archivado en