
No paramos de hablar de coronavirus, no queda otro remedio: es el año del Covid, el que marca la actualidad, el que nos ha puesto patas arriba las empresas, la economía e, incluso, las casas para poder vivir, trabajar y estudiar y hacerlo en convivencia. También, al igual que ha alterado nuestra forma de entender el trabajo, lo ha hecho con el ocio. Y, naturalmente, con el consumo. Atrás quedó el confinamiento duro, pero sigue la rigidez necesaria y el control de horarios y de fronteras locales para que esto acabe alguna vez. Unas cosas volverán a ser como eran pero otras se quedarán, producto de la evolución porque todo en esta vida es una enseñanza.
Lo bueno, porque siempre hay parte buena en todo lo que nos pasa, es que los seres humanos tenemos un instinto de supervivencia muy fuerte que prolongamos a las empresas en las que trabajamos, que dirigimos o que nos dirigen. Por ello, estoy segura que vamos a aprender mucho.
Nos hemos visto obligados a modificar hábitos, parar, reflexionar y reaccionar. El Canal Impulso, tan importante para los productos dulces y salados se dio cuenta con suma brusquedad durante el estado de alarma que no había trabajado para darse visibilidad y eso que tiene una revista para ello desde 1989. En Dulces Noticias... y algo más nos ocupamos del consumo por impulso en la más amplia vertiente y en todos los canales, pero no podemos perder de vista porque está en nuestra historia, que nacimos cuando el Canal Impulso aglutinaba hasta el 80% de algunas categorías y no hemos dejado de mostrar lo que hacían tanto fabricantes como distribuidores e, incluso, nos hemos ido con ellos a todas partes: al mundo entero si era necesario. ¡Qué dinamismo de sector! Faltaba que la Administración les conociera y les valorara tanto como nosotros.
Llegó el Covid-19 y, para muchos dirigentes, el Canal Impulso era invisible o casi. Pero eso tuvo remedio o, mejor dicho, lo tendrá. Se pusieron manos a la obra, se unieron -porque ya saben lo que dice el refrán sobre la unión y la fuerza- y para seguir combatiendo por el bien de todos, han creado una Asociación que va a dedicar sus esfuerzos a darle visibilidad al trabajo que realizan: al de todos. Exhibir fortalezas y combatir amenazas como la que tenemos ahora. Entre sus fortalezas conocidas: la capilaridad que les hace cubrir un mercado atomizado y complicado, con eficiencia y diligencia. Esa Asociación también va a luchar por contrarrestar sus debilidades y, por supuesto, por aprovechar las oportunidades que lleguen.
Muchos distribuidores del Canal Impulso han sabido adaptar sus estructuras a los diferentes requerimientos que les iban llegando de los proveedores y de los clientes, del mercado en definitiva. Nosotros les hemos visto evolucionar y lo hemos publicado en secciones propias inéditas. Seguirán haciéndolo. Ahora apremia la digitalización y lo conseguirán porque quieren seguir existiendo y su asociación les va a ayudar a intercambiar experiencias y a impulsar iniciativas.
Yo creo firmemente en el asociacionismo. Desde hace muchos años, prácticamente desde nuestra fundación, formamos parte de la Asociación de Prensa Profesional, que ahora se denomina Coneqtia y también formamos parte más recientemente de la Asociación Española de Editores de Prensa Periódica. Ambas llevan colaborando por darle visibilidad a los problemas que tenemos los medios antes del Covid y por supuesto con el Covid: se nos ha caído muchísima publicidad y, en cambio, hemos trabajado más que nunca porque la información veraz se hace imprescindible en todo momento pero en crisis mucho más. Gracias a ellas, intercambiamos conocimientos e impresiones; estamos al corriente de nueva tecnología; tenemos formación a nuestro servicio; voz ante la Administración a la que no le queda más remedio que oírnos y escucharnos y luchamos juntos por nuestros intereses, entre otras ventajas. La industria tiene sus asociaciones sectoriales y una magnífica Federación, FIAB. Me alegro mucho de que el Canal Impulso tenga también su lugar común, porque le ayudará a combatir otros virus como el inmovilismo, el individualismo, la falta de empatía o de conciencia social y tendrán orgullo de pertenencia. Pueden estar muy satisfechos de lo que han hecho individualmente. Nosotros damos fe del mérito que tiene el entramado que crearon, nada menos que un Canal. Ahora seguro que también tendrán motivos para estar orgullosos del conjunto.
@LolaFPaniagua
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Otras informaciones en la edición de Dulces Noticias...y algo más núm. 382 (diciembre 2020)